Hay voces que no vienen del tiempo, sino de la memoria del alma. Esta canalización nació unos instantes antes de lanzar a la luz este espacio sagrado.
María Magdalena ofrece aquí su palabra como puente entre mundos.
Es un mensaje para recordar con el alma.
Que cada frase sea bálsamo, espejo y llama.
Hola, hija iniciada,
Porto la rosa que acompaña en estos momentos con quietud, temerosa de ser arrancada. Más tú, dulce niña, sé que la cuidarás, está dentro de ti, en la parte sagrada bajo tu vientre, bebiendo del cáliz de tu amor creador.
Muchas almas cruzarán el camino, despiertos, recordando, viendo los colores rosados que irradiarán desde un centro de luz para el interior.
Acompañadme, sed guiados con lo que os resuene, sois amor.
Gracias por querer permanecer unidos, en paz, sosteniendo vuestra esencia divina.
No temas, la verdad hará justicia, y lo que tenéis es más fuerte.
No hablo de ganar una batalla, sino de sincronicidades actuadas por el velo que caerá ante los ojos abiertos.
Tened fe, caminad firmes, no decaigáis, sois amados.
Y que la luz os mantenga unidos y en un caminar juntos, con amor.

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